Reto principal
A finales de 2018, otra imponente construcción se añadirá a la lista después de un plazo de producción de unos siete años: el puente del Alto Mosela. Una vez terminado, este puente será uno de los mayores de Alemania, con una altura de 160 metros y una longitud de 1,7 kilómetros. Conectará los puertos belgas y neerlandeses del Mar del Norte y las zonas metropolitanas belgas con la región del Rin y el Meno. El puente conduce directamente a través del valle del Mosela desde Ürzig a Zeltlingen-Rachtig.
En las plantas de producción de Hannover y Lauterbourg (Francia), las bobinas de láminas de acero se mecanizan para la superestructura, cuyos elementos se prefabrican y luego se transportan a la obra con camiones pesados. El montaje final se lleva a cabo con ayuda de tecnología de desplazamiento in situ desarrollada por SEH. La superestructura del puente consta de unos 900 componentes prefabricados. Con una longitud de 15 a 25 metros y un peso de 20 a 100 toneladas, casi cada componente es único. Durante la ejecución, producción y ensamblaje tuvieron que tenerse en cuenta la normativa actual, así como los requisitos del cliente.